Parte 1 de un cuento

Toma la ofrenda del cuerno de un huérfano peludo, llevala a la tierra de la soja empedernida, habla con el horticultor Romeo Infulas Abdicatti, y el te dará la clave para resolver este misterio. ¿Pero acaso un barbero de Sevilla cómo el podría saltar con garrocha sobre sus miedos raquíticos y ponsoñosos? La misión estaba procurada, bendecida y confirmada, no podía más que blasfemarle a su toro pero montarlo no por las astas sino por el lomo y partir en busca del Yeti, o no, mejor dicho en busca de Romeo, al que según dice una tal Julieta es muy complicado de ver, al menos desde un balcón victoriano a las 23:23 de la noche.

Ojalá lo siga cierto amigo compañero de aquellas locuras.

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